Ayer cuando me iba del trabajo me topé con un tecato que conocí hace poco, me pidió algo de dinero, hacía unos días que estaba perdido, me contó que había estado enfermo, le dí $3 y me fui. Mi hijo me dijo que no entendía bien por que le daba dinero a este sujeto... y me quedé pensando.
Quizás un poco más que de costumbre.
El sujeto me entró bien, o de alguna manera --y ésto es lo que quiero analizar-- no sentí el rechazo habitual hacia este tipo de individuos.
¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Por qué mi Gladwelliano blink perceptivo acepta con agrado a este sujeto, qué nube Heideggeriana me predispone a un trato cordial. Es algo puntual en él, o es algo más general en mi vida, estaré cambiando?
En fin, que mientras lo pienso, vamos a ir reconstruyendo y desabollando mi aporreado Buick... yo lo ayudo, él me ayuda.
Aunque, pensándolo un poco... voy a aceptar que la sombra que me rodea, eso que Heidegger alega jamás podremos formular, esa suma de mi persona que me hace entender mi lugar en el mundo, me está haciendo navegar este mundo más sosegadamente.
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