Antes de entrar en el tema Codelco, quiero señalar mi malestar por el acuerdo entre Microsoft y el Gobierno de Chile. Es obvio que nuestros gobernantes nos llevan por malos derroteros —y no quiero entrar en la discusión política... Pero, ¿quién diablos me explica por qué extender Microsoft al interior del gobierno, en vez de open-source, cuando éstos últimos sistemas son... gratuitos?
En la empresa para la que trabajo —privada—, un periódico, ni tontos, ya estamos usando Open-Office con demostrados buenos resultados.
Escríbanle a su legislador favorito (las direcciones están en este blog: guagua que no llora...) o visiten este sitio que recopila firmas de protesta.
Desde mi distancia, la situación Codelco, hace patente los problemas que tenemos los chilenos para crecer...
Algo así, como que Codelco es el fiel reflejo del techo de cristal, que muestra los problemas sencillos, pero, que impiden que Chile cruce el umbral hacia el desarrollo.
Para comenzar, la situación actual de Codelco es tierra fértil de interminables e improductivas rencillas políticas, todos tienen una oportunidad de tirarle al otro —y, Chile se detiene...
Continuando, es necesario contestar y aclarar las críticas a los cuestionados mayores salarios de estos trabajadores, para entender que sí son razonables.
En la empresa para la que trabajo —privada—, un periódico, ni tontos, ya estamos usando Open-Office con demostrados buenos resultados.
Escríbanle a su legislador favorito (las direcciones están en este blog: guagua que no llora...) o visiten este sitio que recopila firmas de protesta.
Desde mi distancia, la situación Codelco, hace patente los problemas que tenemos los chilenos para crecer...
Algo así, como que Codelco es el fiel reflejo del techo de cristal, que muestra los problemas sencillos, pero, que impiden que Chile cruce el umbral hacia el desarrollo.
Para comenzar, la situación actual de Codelco es tierra fértil de interminables e improductivas rencillas políticas, todos tienen una oportunidad de tirarle al otro —y, Chile se detiene...
Continuando, es necesario contestar y aclarar las críticas a los cuestionados mayores salarios de estos trabajadores, para entender que sí son razonables.
- Primero, los privilegios de estos trabajadores son centenarios; y en mi experiencia, es casi imposible remover privilegios adquiridos —a menos que... se subcontrate por menos.
- Segundo, no es lo mismo trabajar en un lugar apartado, como en cualquiera de estas minas, que en una gran ciudad con todas sus comodidades, como Santiago.
- Estos trabajadores eligieron bien el rubro de trabajo, la sociedad premia su decisión.
- Pero, más importante aún, la productividad de estas minas es altísima... Por ende, es muy difícil negar los premios a estos trabajadores cuando la sociedad ya premió a la empresa con sus elevadas utilidades, —parar una mina, también es muy costoso...
En otras palabras, si los subcontratados están codo a codo trabajando con los trabajadores de Codelco, es una injusticia no premiarlos como se premia a sus compañeros más afortunados.
Si la administración de Codelco hubiera anticipado la explosión de desigualdad, entonces, los chilenos, como dueños de Codelco, no tendríamos que pagar los costos de la paralización... sólo los bonos que correspondía.
Así, el negocio de Codelco tenía mejores utilidades, y un país menos revuelto...
No voy a entrar en el argumento de la legalidad. Sólo recordaré que en su momento la esclavitud era legal. Y al igual que en el caso Codelco, terminó como un muy mal negocio...
Concluyendo, no me gusta la administración de mi mina en manos del estado. Propongo que se dé a cada chileno una acción, y como adultos, decidamos qué hacer y quien administre nuestra mina.
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