He estado ocupado, pero me topé con Ray Kurzweil... fascinante. Tengo que contarles lo que este señor y otros futurólogos predicen para nuestro futuro... inmediato:
Primero, que en 20 años mi cerebro valdrá $1 USD.
Segundo, que la materia del universo será... inteligente en 250 años.
No sé, seguro que algunos de ustedes están pensando que a $1 todavía está caro mi cerebrito.
Pero, más seriamente, es fundamental entender que Ray basa sus predicciones en que la capacidad de procesamiento (por el mismo valor) crece exponencialmente desde los orígenes de la vida. En otras palabras, el crecimiento es cada vez más acelerado, no crece linealmente. Hoy en día, casi se duplica anualmente.
Quizás un buen ejemplo de crecimiento exponencial es la decodificación del genoma humano. Cuando comenzó, se creía imposible llevarla a cabo en los 15 años que algunos predecían. Durante los primeros 10 años sólo se avanzó en un 10% de la decodificación. Sorprendentemente, fue sólo en el último año cuando se logra procesar el 80% faltante; los avances en la tecnología y la reducción en sus costos así lo permitieron.
Si aceptamos este concepto, podremos extrapolar algunas consecuencias increíbles...y que se dan en un futuro mucho más cercano de lo que yo esperaba.
Así, en 22 años la capacidad computacional será del orden de... mil millones de veces la actual. Ya para este año 2029 nano robots (nanobots) se alojarán en nuestro cerebro haciéndonos infinitamente más inteligentes, con lo que entraremos de lleno a la era de los humano-máquinas.
No sé ustedes, pero yo al menos no me esperaba este desarrollo simbiótico cerebral; más bien, reemplazos de miembros u órganos, y robots cada día más inteligentes...
Pero, la cosa no para aquí. Eventualmente, convertiremos un porcentaje significativo de la materia del universo en... computronium, o materia inteligente —que tampoco es algo que yo visualizaba, ni menos en 250 años.
Entonces, seremos dioses en un cuarto de milenio debido a la tecnología, junto al universo. De aquí a crear nuevos universos no estamos lejos. Quizás Heidegger tenía razón cuando afirmaba que: tecnología = teología, —fascinante, no les parece.
En fin, los dejo con la presentación de Ray Kurzweil en TED.
Se me quedaba en el tintero. Hay una pregunta sumamente importante:
Si la vida se desarrolla creciendo exponencialmente... quizás sería mejor decir la materia en un universo se desarrolla hacia la inteligencia, ¿cómo es posible que no hayamos escuchado nada de nuestros potenciales vecinos en nuestro universo u otros?
Obviamente, tienen que estar metiendo mucho ruido. Si no escuchamos nada (hay oídos puestos en el cielo desde hace mucho...), ¿será por qué en algún punto del desarrollo nuestros vecinos se destruyen —y quizás nos pueda ocurrir lo mismo?
Tengo la esperanza que se deba a que nuestros vecinos están en universos que se alejan a velocidades mayores a la luz, barrera que no permite (aún) la transmisión de información.
En todo caso, sigo intrigado con la pregunta.