Sunday, January 21, 2007

La Cenicienta

La Cenicienta
Fuente:
Touring Players of Canada

Leyendo a Gladwell, encontré este artículo sobre Judith Harris sorprendente, con una idea aparentemente peligrosa. Judith es una sicóloga que sostiene que la influencia de los padres sobre los hijos, en su crianza, es mínima o ha sido enormemente exagerada —que en el desarrollo de la personalidad y conocimientos, los pares son mucho más influyentes. Los padres dejarían su huella solamente en la transmisión de sus genes (un ejemplo). En otras palabras, hay mucho de comportamiento heredado —cuestión que encubría y permitía suponer que la crianza (à la Freud) tenía un peso exagerado.


En sus propias palabras:
Parents do influence their children’s behavior—of course they do, she said at the convention. But the influence is in context, specific to the home. When children go out, they leave behind the behavior they acquired at home. They cast it off like the dorky sweater their mother made them wear.

Los muchachos se comportan de una manera en casa, acomodando los requerimientos de sus padres, y de manera muy distinta en la escuela frente a sus pares. De aquí al ejemplo de la Cenicienta, que era una frente a su madrasta y otra muy distinta con el príncipe.

Es evidente que la presión de los pares es muy importante. ¿Y alguién lo duda, recuerdan lo importante que era la influencia del grupo durante la adolescencia? Quizás un evolucionista justificaría este afán porque es ahí, y no en la casa, donde los muchachos tendrán que procurar sobrevivir.

El ejemplo clásico —hay otros muy buenos— es el estudio de un grupo de negritos que viven (con un sólo padre) en distintos vecindarios. Con las mismas dificultades, los muchachos que se criaron en el barrio pobre resultaron todos mucho más agresivos que los que residieron en el barrio de clase media, donde habrían adoptado la cultura menos agresiva de sus pares.

También está el ejemplo que recalca
las diferencias del comportamiento de los padres frente a los niños. En este caso, dos hijos con personalidades muy distintas, que pasean con su madre, se encuentran con un perro; cuando la nena le pide a la mamá llevarse al perrito para la casa, la mamá le contesta que se aleje del perro porque puede ser peligroso. En cambio, al nene que cruzó a la vereda del frente por miedo al perro, la mamá lo llama asegurándole que el perro es totalmente... inofensivo.

Entonces, nosotros los padres debemos preocuparnos mucho más...
  • por las amistades de nuestros hijos —lo que no me parece difícil de comprender;
  • y por entendernos mejor a nosotros mismos, al momento de tratar a nuestros hijos —hay mucho de nosotros en éllos.

Pero, no quiero terminar el tema aquí. Le prometí a Andrés continuar la contestación de su pregunta respecto de otras maneras de ver las colas...

Otro fenómeno del open-source que se relaciona con las colas, está justamente en todas las nuevas publicaciones en los blogs —que como es típico de las colas, por la gratuidad, permite que muchísimos aprovechen de exponer —bien o mal— sus ideas con el afán de divertirse y comunicarse con sus pares...

Sin embargo,
mejorar la reputación quizás sea la motivación más importante de estos creadores, porque según lo que hemos aprendido de Judith, entendemos que estas publicaciones procuran enaltecer al autor frente a sus pares. Y hay estudios (en EEUU) que apoyan esta tesis, los buenos blogueros consiguen mejores empleos y salarios —los muy exitosos son recompensados ($) directamente a través de sus propios blogs.

Además, estoy seguro, todos nos beneficiamos leyendo a los que tienen algo... sincero y novedoso que aportar.

3 comments:

Joe Pickrell said...

nosotros los padres debemos preocuparnos mucho más por las amistades de nuestros hijos —lo que no me parece difícil de comprende

pero hasta en este aspecto los padres juegan un papel menos importante-- pueden elegir el barrio donde van a crecer sus hijos (lo que, desde luego, determina en gran medida sus amistades) pero aparte de eso...

Joe Rotger said...

p-ter,

Tienes toda la razón en cuanto a que la elección del barrio, del colegio... son decisiones que (desafortunadamente, sólo unos pocos padres) podemos asumir libremente; y que (casi) siempre están muy influenciadas por los efectos sobre la prole.
Pero, al menos veo un par de caminos que ayudan:
* Procurar el acercamiento a grupos "activos"; que debido a que exigen un "extra", tienden a filtrar y reunir mejor compañía. Ejemplos serían los grupos de literatura, coro, deportes varios, ajedrez...
* Siempre los padres podemos poner la "punta"; o en otras palabras, hacer cuesta arriba una amistad no recomendable. No nos olvidemos que pese a la rebeldía nuestros hijos necesitan nuestra voz.
* Lamentablemente, no está demás, si hay dudas de uso de drogas, hacer los exámenes de laboratorio correspondientes; y, mantener este control --anunciándolo, para prevenir.
En fin, el problema de la crianza de los hijos es un arte nada sencillo --sobretodo, si uno como hijo no fue nada de fácil...
Aclaro que no soy un experto, sólo un padre más...

Joe Rotger said...

p-ter,
Se me quedaba en el tintero...
Mi madre, cuando niño, puso en mi cuarto una pared con libros; fueron muchas las noches en que me tenté extendiendo la mano para dormirme con la lectura de un libro sorpresa.
Estoy seguro que esto ayudo a que me alejara de algunos amigos poco atractivos en sus conversaciones --y me acercara a otros...