Monday, October 01, 2007

Corporatocracia

John Perkins fue un 'economic hit-man', un economista que sirvió a las corporaciones americanas y subrepticiamente al servicio secreto de su gobierno.

Mientras escucho este vídeo... me sorprendo. Ya leí su libro, pero al escucharlo, no dejo de pensar lo peligroso que es para él... exponer esta verdad.

Creo que nunca en mi vida he escuchado a alguien exponer con mayor claridad lo que realmente ocurre en este mundo en que vivimos. Es imposible tapar el cielo con las manos y no aceptar las verdades que nos presenta. La lógica es evidente. El testimonio de uno de los peones que sirvió a los titiriteros que controlan este mundo es innegable.

Para los que no conozcan la historia de Perkins, y resumiendo mucho, su trabajo consistió en inflar las cifras de los proyectos de infraestructura de los países, de manera que EEUU a través de la banca pudiera controlar a los sobre endeudados y empobrecidos países.

Si la corrupción no resultaba, se procuraba el asesinato del gobernante que obstruía el proceso anterior. Omar Torrijos en Panamá y Jaime Roldós en Ecuador son algunos gobernantes que pagaron con su vida su idealismo. Fíjense como se le quiebra la voz... cuando se refiere a ellos.

Y si esto último no era posible, se intervenía militarmente, como en el caso de Irak.

En fin, John plantea que vivimos en una corporatocracia, un imperio mundial dominado por los pocos que lideran las corporaciones multinacionales... y que a través de ellas, controlan también a los políticos.

Durante la década de los años '70, la casa de Saud, la familia que gobierna Arabia Saudita, acordó vender petroleo solamente en dolares americanos. A cambio, EEUU se comprometió a ayudar a mantener a esta familia en el poder.

También, les recuerdo que no podemos olvidar la influencia de la industria armamentista sobre los gobiernos. Siendo gigantesca, con un enorme poder económico de corrupción, que debe fomentar las guerras, si no, desaparece....

Así se bate el cobre en nuestro atribulado mundo.

Para concluir con una nota positiva... y proactiva, no debemos olvidar que en estas corporaciones hay personas buenas, iguales a nosotros, que se dan plena cuenta de los problemas, pero, que se sienten atados de manos... no tienen el valor de arriesgar sus empleos para cambiar el sistema. Si el resto de nosotros apoyamos las protestas de los movimientos activistas, indirectamente, ayudamos a estos aliados internos a justificar, ante sus jefes, soluciones éticas con argumentos prácticos, ante las nuevas condiciones sociales que enfrenta la empresa.

Hay que moverse.


John Perkins. Parte 1.
Convención Veteranos de Guerra por la Paz.
Seattle, Washington. Agosto 2006.



John Perkins. Parte 2.
Convención Veteranos de Guerra por la Paz.
Seattle, Washington. Agosto 2006.



John Perkins. Parte 3.
Convención Veteranos de Guerra por la Paz.
Seattle, Washington. Agosto 2006.