Quizás es el epicentro de la espiritualidad del mundo. Es la muralla que quedó en pie (la del oeste), después de la segunda destrucción del templo de Salomón, por los romanos; en el año 70 DC. Es el lugar más sagrado para los judíos, el tercero para los musulmanes. El rey David ordenó su construcción; pero, a su muerte, su hijo Salomón sería quien lo construiría. Se dice en la Biblia, que cuando se reconstruya el templo por tercera vez, vendrá el Mesías.
Se llama así, porque los judíos lloran en él la destrucción de los templos anteriores—y me imagino, su desventura.
La ilustración que incluí del templo es quizás la más irreal, pero, evoca la importancia del lugar. En todo caso, solo hay conjeturas de cómo era.
De acuerdo con las directrices que se iniciaron con la declaración de Balfour, son los musulmanes quienes controlan el lugar, a través del Waqf—el cuerpo administrativo del Islam.
Raúl Hermosilla me ha facilitado varios documentos de la ONU, que encuentro muy interesantes—ya los comentaré…
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