Recibí, de mi muy querido amigo Diego, el forward de un mail de un colombiano que sufrió las consecuencias del robo de identidad; afortunadamente para él, logró interceptar y arreglar su situación antes de un daño mayor. Para los que quieran leerlo, más abajo transcribo su confuso relato.
Este delito crece día a día, y lo digo por experiencia personal. Cada día me llegan más y más e-mails con phishing, en que la trama es que hay un problema con alguna de mis cuentas (de banco, tarjetas de crédito, tiendas comerciales), o me gane algo, y debo ir a un tal sitio web pirata, donde me van a pedir mi información personal… También, recibo llamadas telefónicas, que de una u otra manera, pretenden conseguir mi información personal.
Lo que siempre me ha causado extrañeza es que en Chile no se cuidan un par de datos personales, que son muy confidenciales más al norte: la fecha de nacimiento, el segundo apellido y el RUT (el equivalente del número de seguro social); el e-mail y la dirección, completan el puzzle para un estafador, pero, tienen menos importancia.
Si no es en el banco, por ejemplo, yo jamás doy mi fecha de nacimiento; si es un requerimiento para algún servicio menor (por ej. una suscripción), entonces entrego una falsa. Respecto del segundo apellido, culturalmente, estamos fritos—es vox populi. Y, en relación al RUT, no lo den si pueden evitarlo—aunque sé que es difícil. Para los más cautos, o si la epidemia arrecia, entonces no queda mas que contratar un servicio que monitoree nuestro crédito--si no existen en Chile, hay que inventarlos...
Los dejo con este sitio del gobierno americano, que da algunos consejos adicionales.
No comments:
Post a Comment