Wednesday, October 25, 2006

La originalidad es un derecho

Revisando las bases de una buena educación, no podía dejar de presentar las ideas de Ayn Rand (Alicia Rosenbaum), que exalta el valor que tiene el individuo creador e independiente para el desarrollo de una sociedad justa; que incluye los derechos inalienables que tiene cada individuo a desarrollarse de manera original—sin sacrificar su desarrollo personal a la voluntad de un colectivo, que se guía por motivos mezquinos y mediocrizantes.

Vean esta emotiva argumentación de Howard Roark—el arquitecto de su novela “El Manantial”:

Gary Cooper en "El Manantial"

Y, en una respuesta a los nazis, las palabras de la propia autora, Ayn Rand, en una entrevista a la TV:

2 comments:

Gabriel Bunster said...

Comparto parte de la argumentación de Ayn Rand; en mi vida he llegado al punto en que creo en el desarrollo de la posición propia, libre y fuerte, pero creo también en el valor del intercambio y el aporte de las distintas visiones para que en un movimiento orquestado las posiciones del equipo se enriquezcan e incluso afecten la mia.

Joe Rotger said...

Gabriel,
Creo que en Ayn Rand hay que admirar, más que nada, la pureza de la posición, que en esencia dice: somos egoístas—si compartimos, es porque primero que nada, queremos hacerlo.

Además, hay que ponerla en contexto, Ayn es una judía que logra arrancar de la Rusia Stalinista y escribe sus obras durante la segunda guerra mundial—con los nazis expandiendo su dominio por el mundo…

Y, también, creo que su gran valor reside en que expone a la luz pública a todos aquellos que abogan por el sacrificio público en pos de sus ambiciones personales —destruyendo el desarrollo personal, que a su vez deteriora el desarrollo de la sociedad. Veamos, en Rusia habían algunos que alegaban que todos eran iguales, pero, vivían mucho mejor que los otros. Es más, después de 15 años de democracia, muchos de los antiguos líderes rusos terminan como billonarios; y no quiero entrar en la corrupción que existía y existe en China.

En fin, Ayn Rand advierte: la naturaleza humana es así; reconózcanlo, y no engañen ni se dejen engañar, siempre habrá quienes tengan la intención de dominar y explotar a los demás con el bonachón argumento del bien público.

Y, estoy de acuerdo contigo, recordando a Varela, se conoce mucho más del ser humano; fíjate, que nuestro cerebro, quizás, lo podamos extender a través de las redes de computación—ha pasado una eternidad de conocimiento desde los años 1940.

Pero, sigo siendo un fiel admirador de una mujer que fue muy valiente.